TOP #1:Nuestro Aroma, es tan único como nuestras huellas digitales. Este olor viene determinado, principalmente, por la dieta, la edad, el estado hormonal, la presencia de parásitos y factores genéticos. Cada persona tiene su aroma único, debido a las feromonas. Excepto los gemelos idénticos, que tienen exactamente el mismo olor. Hablando de esto, vale aclarar: según la ciencia, que las mujeres siempre huelen mejor que los hombres. Y la nariz puede recordar hasta 50.000 aromas.
TOP #2: Tienes más Papilas Gustativas de lo que imaginas. Específicamente, alrededor de 3000. Sí, tres mil. y no solo están en la lengua también hay en el paladar, la faringe y las amígdalas. Éstas se regeneran cada dos semanas y a medida que se envejece se vuelven menos sensibles.
Cada una de ellas permite identificar distintos sabores: amargo, salado, agrio, dulce y picante. Y son después de todo, las que nos ayudan a comprender cuándo algo que comemos es delicioso. Aunque no todo el mundo tiene la misma cantidad, y eso explica por qué algunas personas parecen sentir más sabor que otras.
TOP #3:Los Ojos hacen más ejercicio que las piernas. Los músculos de nuestros ojos se mueven mucho más de lo que imaginas ¡Aproximadamente 100.000 veces al día! Para que te des una idea de cuánto es eso, deberías saber esta relación: para que los músculos de las piernas hagan la misma cantidad de ejercicio, deberías caminar aproximadamente 80 km por día.
TOP #4: Los Bebés pueden curar a sus madres en el vientre no solo las madres cuidan de sus hijos, sino que los bebés también cuidan de sus madres. Mientras se encuentra en el útero, el feto puede enviar sus propias células madres a los órganos dañados de su progenitora para restaurarlos. La transferencia e incorporación de células madre embrionarias en los órganos de la madre se llama Microquimerismo Uterino que es la presencia de un reducido número de células originarias de un individuo en otro.
TOP #5:Sabias que el Cerebro Humano permanece activo de una manera sorprendente mientras dormimos. El cerebro mientras duermes continúa recogiendo información de manera constante. Su gran plasticidad hace que acumule datos durante todo el día que son procesados al dormir. Cuando cerramos los ojos estamos bajando un escalón y entramos en la fase uno del sueño denominado la Somnolencia.
Pasamos unos minutos en ese escalón y damos un nuevo paso para descender a la fase dos, nuestra bajada continúa llegando a la fase tres y cuatro, que se denominan sueño lento. Tardamos en bajar estos tres peldaños de la escalera entre sesenta y setenta minutos, momento en el que entramos entonces en la última fase denominada REM (movimiento rápido de ojos).
La fase REM es sin duda la más interesante porque en ella el cerebro está muy activo y tienen lugar los sueños, aunque la ciencia no ha descubierto por qué soñamos.
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